Dolor de amor y volver a amar

El sufrir dolor de amor por causa del rompimiento de una relación a muchas per­sonas nos deja descon­fi­a­dos, no sabe­mos si volver­e­mos o no a enam­orarnos, cer­ramos toda puerta, toda prob­a­bil­i­dad de hac­erlo por temor, nos pre­gun­ta­mos si algún día ese dolor de amor que sen­ti­mos podrá terminarse.

Pues para algu­nas per­sonas, ter­mi­nar una relación es muy doloroso, tanto que nos pre­gun­ta­mos si de ver­dad volver­e­mos a ser capaces de volver a enam­orarnos, si nos lo per­mi­tire­mos y si real­mente lle­gare­mos a volver a con­fiar en alguien, nue­stros esque­mas men­tales nos hacen pen­sar que es casi imposi­ble salir después de que nos han roto el corazón, pues todo parece deten­erse y parece que nos quedamos atra­pa­dos en una cab­ina de tiempo que nunca pasa y solo sen­ti­mos lo mal que la esta­mos pasando después de una ruptura.

Después de una rup­tura todo parece deten­erse… Pero en real­i­dad la vida sigue, y el tiempo hace lo que debe hacer y prob­a­ble­mente volva­mos a enam­orarnos nue­va­mente, así es como podemos tener un nuevo amor. Pero cuando nos volve­mos a enam­orar no podemos esperar lo mismo del ante­rior, y menos aún si ven­i­mos saliendo de una relación que nos causo dolor de amor. Amar no siem­pre es igual, evi­den­te­mente puede ser sim­i­lar pero jamás igual, no siem­pre se ama de la misma man­era, todo es difer­ente, y las nuevas rela­ciones empiezan muy descon­fi­ada­mente porque ya no se desea volver a tener una mala expe­ri­en­cia, lo pen­samos mejor, vamos cam­i­nando el día a día tratando de volver amar, volver a con­fiar, porque el amor sin con­fi­anza no es sano ni agrad­able, pero… ¿volver a con­fiar? Pues sí, la ver­dad hac­erlo no es tan com­pli­cado, es más, aque­llo de con­fiar en alguien solo depende de nosotros mis­mos, es algo que nosotros lo mane­jamos y es obvio que debe­mos evi­tar los mis­mos errores del pasado. Para que una nueva relación fun­cione, hay que abrirse al amor, inten­tar nuevos caminos que nos con­duz­can a una relación agrad­able, porque no existe lo per­fecto en nada y nadie, pero podemos inten­tarlo sin temer.

Amar es un dere­cho que uno mismo se otorga, así mismo el ser feliz, y aunque en el pasado las cosas no te fue­sen muy bue­nas, y te hayan par­tido el corazón, per­mítete cono­cer lo mejor del amor en una nueva opor­tu­nidad, sana tu corazón y prueba cuan­tas veces nece­sites para saber que puedes ser feliz.

Si has salido de una relación que te ha mar­cado, no te pre­ocu­pes porque ahora existe la posi­bil­i­dad de sanar y de ser feliz, intenta nuevas cosas en tu vida, es ver­dad que exis­ten muchos amores, inten­sos, libres, tran­qui­los, apa­sion­a­dos, firmes, etc. Pero esto no sig­nifica que no los puedas vivir, cam­bia esos esque­mas men­tales, aque­llo de no volveré amar porque él o ella me hicieron tanto daño. Lo impor­tante es que habrás apren­dido y lograrás entre­narte para ser mejor, no todas las rela­ciones son malas ni dev­as­ta­do­ras, dis­fruta el amor, con­cédete la opor­tu­nidad de vivir con amor en el corazón! La opor­tu­nidad de amar, la opor­tu­nidad de volver a creer en el amor, el sen­timiento más bonito que el ser humano puede tener.
En el amor todo lo malo queda de lado para dar paso a sacar lo mejor de nosotros mis­mos. ¡Con­cédete otra opor­tu­nidad de amar y entre­gar amor, no demos por sen­tado que nos aman, esfor­cé­monos para que nos amen más. Esto se puede hacer, con pequeñas cosas como, superar los prob­le­mas jun­tos, en darle a tu pareja un voto de con­fi­anza… y a ti mismo también.

No todos los amores ter­mi­nan mal. Si hasta el día de hoy no te han salido bien las rela­ciones es porque no has sabido escoger­las y decidir por la per­sona ade­cuada en tu vida, sim­ple­mente eres tú mismo, no nece­si­tas bus­car para encon­trar, date el tiempo nece­sario para amarte tu primero y después por aña­didura lle­gará quien te ame por lo que eres. Mien­tras te llega el amor, realízate como per­sona. Recuerda que tanto a los hom­bres como a las mujeres nos gus­tan las per­sonas seguras en si mimas. Que cuando piensen en ti piensen en alguien con quien se puede con­tar, en una per­sona única, tra­ba­jadora y capaz de resolver los prob­le­mas que la vida pre­senta.

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