El viaje astral que no tuvo regreso

Los viajes astrales son una extraña forma en la que el alma o nuestra esencia puede salir de nuestros propios cuerpos.

Esto no significa que estemos muertos, si no que salimos por un rato mientras estamos dormidos. Se dice que durante un viaje astral puedes moverte, visitar los lugares que quieras y que incluso puedes volar, siempre manteniendo una unión con tu cuerpo por medio de un cordón de plata que sale del ombligo.


Una de las formas que existen para tener un viaje astral consiste en disponerse a dormir boca arriba, y contar del 10 al 1. Siempre tratar de estar conscientes, y cuando ya se esté durmiendo, levantarse súbitamente, de ésta manera el alma se separará del cuerpo.

Esta fue una de las explicaciones que leyó Ann Meyer, una mujer canadiense que quería experimentar ésta sensación, pues la mayoría de las veces se habla de sus ventajas y de lo bueno que podría ser.

Lo que no se dice es que al estar fuera de tu cuerpo, puedes ver personas que ya han fallecido, y si te toca la mala suerte de que haya un espíritu malo o un demonio cerca, puede apoderarse de tu cuerpo, y tú pasar a otra dimensión.

Ann Meyer vivía con su esposo y sus dos hijas. Su esposo relata que ella despertó al día siguiente muy callada, que no reconocía la casa y ni siquiera sabía los nombres de sus hijas.

El se preocupó, pues lo que pensó fue que estaba enferma, o que por alguna rara razón había perdido la memoria, así que le pidió que fueran a un hospital.

Ella, o más bien “ella” reaccionó de una manera muy violenta, hablando de una manera más ronca de lo normal y con muchas groserías. El esposo se asustó y decidió sacar a las niñas para llevarlas con su abuela, y fue a buscar al pastor de su iglesia.

Trataron de exorcizarla, pero no tuvieron resultados, ése espíritu iba a vivir el resto de los años en el cuerpo de aquella mujer. Lo único que pudieron hacer fue internarla en un psiquiatra, diciendo que se había vuelto loca.

Algo curioso fue que en el centro psiquiátrico dijeron haber tenido antes a un hombre que se comportaba igual que ella, pero que él había muerto años atrás. Y tú, ¿te atreverías a hacer un viaje astral?



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