Las Terribles “Moradas de la Suciedad”

En términos históricos, se sabe que al estudiar el hombre en la antigüedad al mundo que le rodeaba, la idea de la igualdad de las fuerzas del bien y del mal, eran objeto de un mismo culto. Esta fuerza se traducía en una lucha interna constante entre ambas fuerzas y era motivo de elevación a poderes superiores la Plegaria para poder distinguir esta inquietante dualidad.

Zoroastro el profeta medo, en tiempos de Asurbanipal, predicó la doctrina según la cual, el mal de Satanás aunque potente y omnipresente, podía ser evitado y finalmente conjurado.

No han sido conservado los libros de Zoroastro y solo una pequeña parte de lo que queda, es atribuible al mismo, se trata de los denominados “Gatahs” o los “17 Salmos”. El conjunto de libros sagrados, llamado “Vendidad” son una combinación de ciencia antidemoníaca, compuesto en la segunda mitad del siglo V antes de Jesucristo y contiene por base una serie o conjunto de exorcismos magicos que se relacionan casi en su totalidad con la presencia del Demonio en las enfermedades. Por lo tanto era necesaria una serie de exorcismos sobre los enfermos “portadores del Demonio”.

En el Salmo 17 se leen “Las Moradas de la Suciedad” y en ellas se menciona la separación de los cabellos y las uñas “verdaderos transportadores del Demonio“.

Se tenía que cortar el pelo del endemoniado y también las uñas, luego tirarlas en un agujero practicado en la tierra.

“…Entonces la “Devas” que llamamos piojos se multiplicaran y comerán el trigo en el trigal y el vestido en el armario. Por eso cada vez que en este mundo peináis y cortáis el cabello de los infelices posesos, te los llevaras a diez pasos del creyente, veinte pasos del fuego, treinta pasos del agua y cincuenta pasos de los haces consagrados de baresma…”

Los procedimientos hacen estremecer a cualquiera, el proceso sigue con dureza contra el Maligno:

“…Se abrirá un hoyo que tenga no menos de diez dedos de profundidad si la tierra es dura, y no menos de doce si la tierra es blanda, depositaras en el los cabellos, y para ahuyentar al Demonio y fulminarlo pronunciaras en alta voz: MAZDA HA HECHO CRECER LAS PLANTAS…”

“…Para las uñas abrirás un hoyo fuera y lejos de la casa de la profundidad del dedo meñique, pondrás las uñas en el y pronunciaras las mismas palabras para fulminar al Diablo. Estas serán oídas por el hombre de piedad en la Santidad con buenos pensamientos…”

Estas costumbres se realizaron durante muchísimo tiempo por campesinos de España y Francia, y al parecer según los escritos encontrados se dejaba una marca en el lugar para recogerlos “El Dia del Juicio Final“. Según se decía los cabellos de mujer, recubiertos de estiércol se suponía que se convertían en serpientes.

Mas tarde Paracelso afirmó que las Brujas entregaban sus cabellos a Satanás, como prueba del pacto que habían firmado con él.

Y es que la presencia del Maligno, no es cosa de pocas centurias y el hombre se ha defendido de él desde la mas profunda antigüedad. Podría ser interesante seguir el proceso de los Exorcismos desde que la Iglesia Católica los plasmó en Rituales. Seria verdaderamente interesante…..

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