¿Te enamoras de alguien parecido a ti o completamente distinto?

¿Nos enamoramos de alguien que es parecido a nostros o completamente distinto?

Ambas cosas. Obviamente, tenemos ciertos estándares del tipo de persona que nos gusta: rubio, moreno, de ojos claros, oscuros, etcétera. Por lo general, nos atraen personas que comparten nuestros símbolos, cultura y preferencias, pero hay algo que no podemos controlar: el aspecto químico o la atracción insconsciente.

Podemos sentir una atracción física hacia alguien que es opuesto a nosotros. Si a esto le sumamos que existe una relación sexual muy buena, nos podemos enganchar con una persona que, si bien no era la que más nos gustaba, nos hace sentir locamente atraídos.

Si sólo existe eso, esa poderosa atracción genera una idealización, y podríamos incluso llegar a enamorarnos. En un principio, las relaciones sexuales compensan todo, hasta que la fase de amor romántico acaba y las diferencias de personalidad y de los mundos de los que proviene cada uno son demasiado grandes; entonces, la relación termina. Lo ideal es encontrar una persona que comparta contigo un mundo parecido, pero que su histocompatibilidad sea completamente distinta a la tuya, para que exista una fuerte atracción; además, convendría que el sexo fuera fantástico y sus personalidades afines. Ufff, ¡qué difícil!, ¿verdad?

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