Aka Manto (que significa "Capa Roja" en japonés), es el nombre de una de las leyendas urbanas más conocidas en el país del sol naciente; y trata sobre un espíritu conocido como el Aka Manto, que aparece en baños públicos y escolares cuando alguien está solo en el inodoro.
La historia tiene sus orígenes en la época Showa, ya que en el año de 1935 circulaban cuentos de un hombre vestido con una capa roja, que se ocultaba en los armarios de una escuela primaria en Osaka; otra variación habla de un "vampiro" con una capa que aterrorizó un vecindario de Tokio en 1940; y unos más hacen referencia a una Kamishibai, una narración tradicional japonesa que hablaba sobre un hombre mágico envuelto en una capa roja. Sin embargo, la historia de Aka Manto como se conoce en la actualidad apareció por primera vez en la década de 1980; propagada por estudiantes de escuelas primarias en Tokio.
La leyenda dice lo siguiente:
Cuando alguien está solo en un baño de escuela, al terminar sus necesidades escuchará una voz fantasmal que pregunta "¿Papel rojo o blanco?", y acto seguido dos rollos de dichos colores aparecerán frente a la persona. Si se elige el papel rojo, el Aka Manto aparece y desolla a la víctima; arrancándole la piel pero dejando que la víctima siga con vida para que pueda sentir el dolor mientras se desangra.
Si se elige azul, entonces el Aka Manto cortará las piernas de la persona para que se desangre y así muera lentamente.
Intentar despistar al fantasma es incurrir en su ira, lo cual es muy poco aconsejable. Si se elige otro color para despistarlo, un agujero negro se abrirá en el piso y varias manos blancas saldrán de él para jalar a la víctima hacia la oscuridad.
Supuestamente, la única manera de escapar es salir corriendo del baño; pero en ciertas versiones de la historia, el Aka Manto aparece frente a la persona y bloquea la única salida. Otras narraciones dicen que el mundo se distorsiona mientras esto ocurre, y que el cubículo del baño permanece cerrado de manera sobrenatural hasta que la víctima toma una decisión. Finalmente, la manera más sencilla de engañar al Aka Manto es decir que no se necesita papel.