Amarres de Amor con Magia Blanca
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.


Amarres de Amor, Hechizos, recuperación de pareja
 
ÍndiceBuscarPublicacionesRegistrarseConectarse
Reacción en cadena Testim15
Últimos temas
» el sentido de la vida
Reacción en cadena Icon_minitimepor javi Vie Mar 15 2024, 12:32

» Felices fiestas a todos
Reacción en cadena Icon_minitimepor LyK_ Miér Ene 03 2024, 10:44

» La Universidad de Exeter (Reino Unido) ofrece una Maestría en Magia y Ciencias Ocultas
Reacción en cadena Icon_minitimepor Guerrero creador Dom Oct 15 2023, 14:17

» El Verdadero Poder de la SOLEDAD
Reacción en cadena Icon_minitimepor Guerrero creador Dom Ago 20 2023, 17:11

» Pedir perdon
Reacción en cadena Icon_minitimepor Guerrero creador Miér Ago 09 2023, 17:56

» El sexo en las relaciones
Reacción en cadena Icon_minitimepor javi Miér Jul 26 2023, 11:41

» Demostraciones de Amor
Reacción en cadena Icon_minitimepor javi Miér Jul 26 2023, 11:39

» La comunicación
Reacción en cadena Icon_minitimepor javi Miér Jul 26 2023, 11:38

» Relación con uno mismo
Reacción en cadena Icon_minitimepor javi Miér Jul 26 2023, 11:37

» Bases para una relación sana
Reacción en cadena Icon_minitimepor javi Miér Jul 26 2023, 11:36

» Avance 4ª Temporada
Reacción en cadena Icon_minitimepor javi Miér Jul 26 2023, 11:36

» Funcionan todos los Amarres de Amor
Reacción en cadena Icon_minitimepor javi Miér Jul 26 2023, 11:32

 

 Reacción en cadena

Ir abajo 
AutorMensaje
sirena
iniciad@
iniciad@
sirena


Desde : 29/05/2011
He aportado : 195

Reacción en cadena Empty
MensajeTema: Reacción en cadena   Reacción en cadena Icon_minitimeJue Mar 01 2012, 20:48


El otro día, en Nueva York, cogí un taxi con un amigo. Cuando nos bajamos, mi amigo le dijo al taxista:

—Le agradezco el viaje. Es usted un conductor estupendo.

Durante un segundo, el hombre se quedó atónito. Después reaccionó:

—Oiga, ¿me está tomando el pelo o qué?

—Nada de eso, amigo mío, no tengo intención de molestarlo. Admiro la tranquilidad con que se mueve en medio de semejante tránsito.

—Ah —farfulló el conductor, y siguió su recorrido.

—¿A qué venía eso? —pregunté.

—Estoy tratando de restaurar el amor en Nueva York —me respondió mi amigo—. Creo que es lo único capaz de recuperar la ciudad.





—¿Cómo es posible que un solo hombre salve Nueva York?

—No es cuestión de un solo hombre. Creo que a ese taxista le he cambiado el día. Suponte que haga veinte viajes. Pues será amable con esos veinte pasajeros porque alguien fue amable con él. Ellos, a su vez, serán más cordiales con sus empleados, servidores o colaboradores, e incluso con sus respectivas familias. En última instancia, la buena disposición podría extenderse a un millar de personas por lo menos. No está mal, ¿no te parece?

—Pero tú confías en que ese taxista transmita tu buena disposición a los demás.

—No estoy confiando en nada —respondió mi amigo—. Me doy cuenta de que el sistema no es totalmente seguro. Hoy puedo encontrarme con diez personas muy diferentes, si de entre esos diez puedo hacer felices a tres, finalmente podré influir en forma indirecta sobre las actitudes de tres mil más.

—Teóricamente suena bien —admití—, pero no estoy seguro de que en la práctica funcione.

—Si no funciona no se pierde nada. No perdí ni un minuto en decirle a ese hombre que estaba haciendo muy bien su trabajo. Ni le di una propina mayor ni una más pequeña. Y si mis palabras cayeron en oídos sordos, ¿qué importa? Mañana habrá algún otro taxista a quien pueda tratar de hacer feliz.

—Oye, tú estás un poco chiflado —señalé.

—Tus palabras demuestran lo cínico que te has vuelto. Este asunto lo tengo estudiado. Lo que al parecer les falta a nuestros empleados de correos, aparte de dinero, por cierto, es que nadie les dice lo bien que están haciendo su trabajo.

—Pero si no están haciendo bien su trabajo.

—Si no están haciendo bien su trabajo es porque sienten que a nadie le importa cómo lo hacen. ¿Por qué no decirles una palabra que les anime?

En ese momento pasábamos junto a un edificio en construcción, donde cinco obreros estaban almorzando. Mi amigo se detuvo.

—Qué trabajo estupendo habéis hecho —señaló—. Debe de ser algo muy difícil y peligroso.

Los hombres lo miraron con desconfianza.

—¿Cuándo estará terminado?

—En junio —gruñó uno de ellos.

—Ah. Pues realmente, es impresionante. Debéis de estar muy orgullosos.

Seguimos caminando y yo le señalé:

—No he visto a nadie como tú desde que leí el Quijote.

—Cuando esos hombres asimilen mis palabras se sentirán más felices y, de alguna manera, su felicidad será un beneficio para la ciudad.

—Pero, ¡esa no es una tarea para que la hagas tú solo! —protesté yo—. Al fin y al cabo, no eres más que un hombre.

—Lo más importante es no descorazonarse. Intentar que la gente de la ciudad vuelva a ser feliz no es tarea fácil, pero si puedo enrolar a más gente en mi campaña...


—Acabas de guiñarle el ojo a una mujer feísima —le señalé.

—Ya lo sé —me respondió—. Piensa que si es maestra de escuela hoy sus alumnos tendrán un día fantástico.

http://www.vidaemocional.com/index.php?var=10102101
Volver arriba Ir abajo
 
Reacción en cadena
Volver arriba 
Página 1 de 1.
 Temas similares
-
» La cadena
» CADENA DE PERDÓN
» No rompas la cadena
» Cadena de favores
» Liberarnos de la cadena de la espera

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
Amarres de Amor con Magia Blanca :: AUTOAYUDA, MOTIVACIÓN, LEY DE ATRACCIÓN, RELACIONES :: LUZ PARA EL ALMA :: POESIAS Y REFLEXIONES-
Cambiar a: