Todos tenemos malos hábitos. Algunos de ellos son inofensivos y hasta beneficiosos, pero otros, son realmente dañinos y perjudiciales, pues crean dificultades evidentes en nuestra vida e incluso, en la relación con otras personas.
¿Qué son?
Los hábitos constituyen acciones reiteradas (repetitivas) que definen el comportamiento de las personas en contextos específicos.
Los hábitos buenos nos permiten crecer personalmente y desarrollarnos en el logro de nuestros propósitos de vida. Por el contrario, los hábitos malos nos alejan de alcanzar la superación personal y nos bloquean nuestras actuaciones
personales, profesionales y sociales.
Sin embargo hay ciertos malos hábitos que tienen un mayor impacto en nuestra vida, y es esencial identificarlos e iniciar un proceso consciente para cambiarlos.
El gran reto es modificar esos patrones que se transforman en acciones sembradas en el subconsciente por razones a veces no del todo claras. Convertir un hábito, sustituirlo o transformarlo no es algo sencillo, puede implicar toma de decisiones, perseverancia y la superación de obstáculos propios de la resistencia natural....
¿Cómo sustituir los malos hábitos?
A continuación algunos consejos para iniciar un proceso de cambio en algunos hábitos que consideres negativos en tu vida:
Identifica de forma objetiva los hábitos que te caracterizan y que generen resultados poco beneficiosos en tu vida. Haz un examen personal y pídele a personas de tu confianza que te ayuden a determinar tales acciones.
Plantéate el proceso de sustitución, que es hacer lo contrario. En el caso de los malos hábitos una de las formas de vencerlos es desarrollando la cualidad opuesta. Por ejemplo, si estamos acostumbrados a dejar las cosas para después, podemos entrenarnos al obligarnos a actuar con celeridad y eficacia y así poder cumplir con las responsabilidades planteadas.
La técnica de la repetición es muy útil. Programar tu mente para accionar repetidas veces y acostumbrarte de forma disciplinada a cumplir tu objetivo. Puedes ayudarte con elementos de recordación, como notas, objetos claves ubicados en lugares precisos, notas musicales, mensajes grabados por ti y por otras personas.
Llevar un calendario es muy buena costumbre, nos permite llevar un control para que al final del día anotemos si hemos recordado o no nuestro objetivo. Cuando al cabo del día veas que se te había olvidado completamente algo, harás renovados esfuerzos al día siguiente para que no vuelva a suceder. Piensa en utilizar algún elemento o signo, para destacar tus avances o contabilizar tus olvidos.
Asúmelo como un reto personal. Plantéate el superar un hábito malo como un reto personal. Eso te permitirá establecer un compromiso contigo mismo para superarte particularmente y alcanzar un nuevo nivel sobre una competencia eminentemente personal.
Finalmente, recuerda que tu bienestar personal depende en gran medida de tu enfoque y la confianza que desarrolles en tu crecimiento. La motivación, la inspiración y la esperanza son ingredientes esenciales en el proceso de superación. Descubre lo mejor de ti y transforma tus acciones para alcanzar lo más hermoso de ti; tú misma(o).
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