En función de la conciencia que tenemos de todas las cosas, sus resultados fluyen a nuestro mundo. Tu conciencia de salud es lo que aleja la enfermedad. Tu conciencia de abundancia es lo que atrae el dinero y la prosperidad. No son sino tus conceptos limitados los que ponen el freno al caudal de provisiones de la Vida.
Los resultados se manifiestan en función de la amplitud de conciencia y la vibración que emite cada ser, por tanto a medida que ésta va desarrollándose, mayor será el flujo que nos aportará.
En el interior de cada individuo se halla la respuesta a todos los interrogantes. Cada ser humano que está en la Tierra, tiene en sí mismo el potencial de experimentar las maravillas del Universo. Para ello debe vencerse a sí mismo, ya que el propio ego se convierte a su vez en el principal obstáculo para que el Ser pueda sentirse libre de las ataduras que impone nuestro mundo.
Recuerda que tú eres tu mejor amigo, y la persona más importante de tu vida, pero si no sigues las reglas y leyes de la Vida, puedes convertirte en el peor de tus enemigos. Si realmente deseas mejorar tu vida, has de saber que está en tu mano, pero que ello te obligará a establecer cambios profundos y a renunciar a ciertos hábitos de conducta, de pensamientos y de emociones.
No es posible desear avanzar en el mejoramiento personal, en tu desarrollo interior y en espiritualidad, y no estar dispuesto a realizar los cambios y pasar por el esfuerzo que ello conlleva.
En ocasiones he conocido personas dispuestas a mejorar su vida, pero en la realidad el cambio no se producía nunca. ¿Sabes cuáles son los principales obstáculos que has de superar? El miedo, la comodidad y la resistencia al cambio.
Muchas veces esos miedos o como yo los defino, “fantasmas interiores”, son buenos, porque precisamente te están indicando el camino, son esas lucecitas que aunque no nos gusten, nos muestran a modo de guía; que aspectos debemos corregir. Son en definitiva, los impedimentos para avanzar y en la gran mayoría de las veces por culpa de las limitaciones que nos autoimponemos.
La gran mayoría de conceptos negativos preestablecidos, que nos limitan y que poseen muchas personas, suelen ser similares a estas; por poner sólo algunos ejemplos:
Soy incapaz de hacerlo
No soy atractivo/a
No tengo suerte
Es imposible conseguirlo
He nacido para ser pobre
Ya probé y no funcionó
Nadie me quiere
Nunca lo lograré
Esto me pasa por bueno/a
Esto sólo está al alcance de algunos
¿Te suenan?, Seguro que algunas de ellas las has utilizado alguna vez, todo el mundo lo hace. Todas estas afirmaciones, son expresiones de limitación, que no hacen sino aumentar esa cualidad que no queremos ver reflejada en nuestra existencia. Cuando verbalizamos estas expresiones, ponemos en marcha el poder de la palabra, e inconscientemente estamos obstaculizando, poniendo frenos y construyendo barreras para lograr lo que deseamos.
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