Jugar con la mente, jugar con el sexo

¿Hay algún sexo biológico –mujer u hombre- que tiene más probabilidad de decir lo siguiente?…

Me encanta que, mientras le toco el pelo, mi pareja me chupe.

…¿Qué te has imaginado? podemos tener dudas pero quizás muchos vemos que quien dice esta frase es un hombre sencillamente porque algunas personas asociamos chupar a pene, pero también se pueden chupar los pezones o la vagina, ¿no? Entonces, ¿por qué se asocia la frase más a un sexo que a otro? ¿qué hay en nuestra mente que hace que percibamos una práctica sexual asociado a un sexo?

Y añadamos una segunda frase:

Me encanta que, mientras le toco el pelo, mi pareja me chupe. Y luego me gusta correrme en su boca porque quiero inundarl@ de mí.

La segunda frase puede nuevamente evocar diferentes imágenes: ¿has pensado que era un chico quien inunda o quien es inundad@? Podría pensarse en que la inundación la provoca el semen del hombre, pero también puede ser el flujo vaginal de la mujer.

Como ves en este sentido operan también los estereotipos sexistas y el pensar que una determinada práctica sexual es privativa de un sexo. Lo cual sólo está en nuestra cabeza. Y, si está en nuestra cabeza, quizás creeremos que para todo el mundo ha de ser igual y que sólo es posible una única y verdadera manera de sentir y pensar. Y eso no tiene por qué ser así.

Sigue observando cómo tus imágenes mentales no son neutras: tienden a ver hombres o mujeres donde no hay datos para saber si se trata de un hombre o una mujer, pero tú tienes una tendencia dentro, un hábito mental que te lleva a excitarte, a sentir y a vivir tu sexualidad de una manera y no de otra. El objetivo es que te reconozcas sin criticarte en tus estereotipos sexuales, que empiezan en tu mente. Y tu mente a lo mejor reproduce tendencias culturales sexistas, lo cual te puede parecer injusto, pero para cambiarlo es necesario iniciar un proceso de reconocimiento de los propios estereotipos. Creo que los cambios vienen después de reconocer y aceptar lo que hay, lo que surge dentro de nosotros, por infame o extraño que nos parezca a nosotros mismos.

Pudiera ser que si ya estás investigando contigo tus prejuicios mentales te parezcan injustos pero sin censurarte permítete darte cuenta de que están dentro de ti. Inconscientemente tiendes a reproducirlos y es tu responsabilidad asumirlos sin negarlos para cambiarlos si quieres.

Porque esto puede ser así hasta el momento en que tú elijas llevar las riendas de tu propia vida y de tu propia sexualidad. Entonces estarás por encima de tus prejuicios y estereotipos.

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