CÓMO MANIFESTAR UNA VIDA PLENA Y ABUNDANTE

Sin considerar cuán poco o mucho estás ahora experimentando y disfrutando la vida, puedes experimentarla con mucho más alegría. La vida tiene experiencias gloriosas aguardando por ti, que no puedes ni siquiera comenzar a imaginar. No importa cuáles sean tus experiencias pasadas o presentes, la vida es capaz y está ansiosa de expresarse en forma más completa a través de ti y como tú. Sólo tienes que desearlo con vehemencia y no negar la posibilidad. Porque para disfrutar la vida debes permitirle a la misma vida que se exprese a través de ti, no sobre ti. Dios puede expresarse a través de ti sólo en la medida en que lo permitas. Dios no da vida, Dios es vida. Conforme expreses a Dios expresarás la vida.

Muchos han perdido el interés en la vida debido a que piensan que no puede haber más felicidad para ellos. Esto nunca podrá ser verdad. Tampoco necesitas esperar por otra vida. Tú ya tienes acceso a toda la vida que puedes usar. Aquéllos que no permiten que la vida se exprese a través de ellos en forma completa, están limitando a Dios. Aquéllos que no les importa vivir y los que se están retirando del interés por expresar la vida, en realidad pueden estar cometiendo una forma de suicidio, ya que la vida no mantendrá por mucho tiempo un canal de expresión inservible. Esta es la ley de la vida: ¡Vive! El propósito de la vida es vivir. La vida debe expresarse de manera eterna.

Ábrete a la vida y encontrarás que la vida se abre para ti. Pide que Dios se exprese libremente a través de ti. Está bien pedir ciertos placeres y ciertas cosas en la vida, pero no limites lo que puedes experimentar. Existen razones para que estés aquí, o no estarías aquí. Estas razones incluyen el gozo de la vida, con placeres que no puedes imaginar. Así que al pedir, permite que tu Yo haga la selección final, dejando, por lo tanto, el camino abierto para un bien mayor del que solicitaste. Deposita la fe y la guía completa en tu Yo para expresar totalmente la vida a través de ti.

"Yo soy uno con la vida. Mi propósito es expresar la vida. En este momento estoy pidiendo a mi Yo que se exprese por completo a través de mí, como yo mismo. El Espíritu va por delante y abre la vida para mí. Yo soy un centro de vida abundante, siempre en expansión, que no conoce limitaciones. En este momento abro mi entendimiento para recibir el reino que ha sido preparado para mí desde el comienzo. "Y ahora, oh Padre, glorifícame con tu propio Yo, con la gloria que tenía contigo antes de que el mundo existiera". Y así es. Te agradezco."

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