Digestiones emocionales

El tercer chakra se relaciona con el conocimiento que tenemos de nuestro lugar en el mundo y sienta las bases de nuestra personalidad. Aspiraciones, fuerza de voluntad y poder personal se definen por el funcionamiento de este chakra.Desde este punto se establecen relaciones activas con las demás personas: simpatías, antipatías, capacidad de establecer vínculos emocionales duraderos, etc., todas nuestras expresiones emocionales que se vuelcan hacia el exterior atañen a este chakra.

Esta es la zona de las “digestiones emocionales”, donde los impulsos vitales, los deseos y sentimientos «se digieren» y se transforman en energías más refinadas. A nivel físico le corresponden los órganos de la digestión y la nutrición, como son el estómago, el hígado, el páncreas y el bazo.

Desde el chakra del plexo solar también percibimos directamente las vibraciones de otras personas y reaccionamos a ellas. Desde aquí detectamos el peligro. Nos damos cuenta porque notamos una sensación rara en esa zona y es que el tercer chakra se contrae ante una señal de alarma, como un mecanismo de protección. Entonces decimos que el “estómago se encoge” o bien que “tenemos mariposas en el estómago”.



Funcionamiento de este chakra

Este chakra estará abierto si se produce la integración de las experiencias vitales y nuestra vida emocional fluye armónicamente. Entonces nos sentiremos satisfechos y alegres. Por el contrario, si bloqueamos o rechazamos nuestra experiencia vital y nuestro estado de ánimo es desequilibrado y sombrío, el plexo solar terminará cerrándose.

Un plexo solar débil es característico de personas que frecuentemente experimentan obstáculos a sus deseos, sobreviniéndoles sentimientos de desanimo y derrota. También, las personas que no son capaces de oponerse a los deseos de los demás y de imponer los suyos propios, tienen debilidad en este chakra. Las expresiones “tragar con todo” o “tener las tragaderas muy anchas”, se refieren precisamente a esos casos.

En el caso de un chakra del plexo solar hiperactivo, la persona suele ser controladora y tendente a ejercer su poder sobre los demás, dando una gran importancia al reconocimiento y a los bienes materiales. La tensión y el estrés pueden dar lugar a una sobrecarga energética en la zona que puede calar hasta el plano físico, pudiendo producir desequilibrios como úlceras o gastritis.

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