Cuando se ha vivido actuando de una manera determinada se cree que tener una vida mejor depende de que las personas alrededor cambien o de que las condiciones externas mejoren, pero lo cierto es que implica un cambio de actitud, creencia o comportamiento, y esto es difícil de asimilar y de lograr.
Ayer fui a comer con una amiga a la que no veía desde hace mucho
tiempo, una persona especial con la que he tenido la oportunidad de compartir momentos muy gratos y significativos. Una mujer muy activa, trabajadora, animada y eléctrica, de esas que suelen ocuparse de varias cosas al mismo
tiempo, que trabajan sin parar y sin preguntarse por cuánto
tiempo más lo harán...
...Pero sin
tiempo para ella, siempre complaciendo y protegiendo a sus personas queridas, a pesar de que ya todos son adultos. Por primera vez le escuché decir que no podía seguir viviendo así, y que era el momento de tomar medidas para cambiar su estilo de vida. Ella lucía segura, pero, a ratos, le asaltaban las dudas de si sería capaz de aprender a vivir de otra manera y el temor de abandonar a aquellos que siempre han dependido de ella.
La conversación me llevó a reflexionar sobre lo difícil que resulta para la mayoría de las personas hacer cambios personales, a pesar del efecto positivo que producen. Para mí, transformar una creencia, un hábito o una actitud es un proceso que me produce un efecto liberador, una sensación de alegría, de paz, que siempre me lleva a pensar en por qué no lo había hecho antes.
Y es que cambiar no significa que todo lo que vivimos en el pasado haya sido equivocado, sólo implica modificar algunas de las creencias o de los hábitos negativos que tenemos para sentirnos mejor con nosotros mismos y con la vida que llevamos. Lo importante para lograrlo es que surja en nosotros el deseo genuino de mejorar; tener el valor de reconocer nuestros errores, y alcanzar la madurez y la humildad que nos permitan asumir el compromiso de corregirlos.
Es muy importante buscar la introspección, pues es dentro de nosotros donde debemos buscar las causas de nuestro malestar o de nuestra felicidad. Todo proceso de transformación personal comienza a través de un darse cuenta y se mantiene con la auto observación y la perseverancia.
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