Apodos de parejas

Apodos de parejas

¡Feliz jueves! Cómo se nota que está acabando la primavera y el 'love is in the air'. Te das cuenta porque de pronto la calle se ha llenado de humanos siameses, la del departamento de administración se ha inventado que está haciendo un curso de socorrismo para justificar que tiene los labios en carne viva, y tu ruta habitual para correr por el parque está más animada que nunca.

Yo, personalmente, soy fan del amor, porque hace que la gente esté más contenta, más guapa y huela mejor. Sin embargo, y a pesar de que tengo una gran tolerancia al exceso de glucosa, hay una cosa de los enamorados que puede azuzar mi espíritu hasta convertirme en el Grinch de la primavera: los apodos de pareja.

Los apodos de pareja no están mal siempre y cuando permanezcan donde tienen que permanecer: en la intimidad. En tu casa puedes llamarle a tu chica como quieras, pero el problema es que, de tanto decírselo, luego se te escapa y le acabas soltando a tu jefe “Enseguida voy a la reunión, caramelito”. Y ahora ya sabes por qué eres el único de la oficina al que no avisan para el afterwork.

Según un estudio realizado por el Diario de Relaciones Sociales y Personales (que no sé qué es, pero se ve que existe, lo he leído en Internet) las parejas que usan apodos tienen una relación más fuerte. Que eso está muy bien, oiga, siempre y cuando encuentres un apelativo cariñoso que le mole a tu media naranja. Porque claro, tú imagínate que tienes una novia indie y te da por llamarla “mamita loca, cosita linda”, ¿cuánto crees que vais a durar?

El caso es que me he puesto a analizar científicamente los apelativos cariñosos, a ver si la lingüística arrojaba un poco de luz sobre el origen de mi rechazo a su exposición pública y, la verdad, no me sirvió para nada. Sin embargo, encontré que existen una serie de patrones en la creación de estos motes parejiles, y he aquí el resultado de mi investigación:

::1 HAY QUE DARLE BIEN AL SUFIJO AFECTIVO
Éste es terreno abonado para los “itos”, las “itas” y todos sus derivados. Da igual lo que digas, todo debe ser reducido a la máxima pequeñez, un fenómeno que hasta ahora sólo había apreciado en los cocineros de la tele, siempre empeñados en que las acelgas sean “acelguitas”, y 6 kilos de carne “un solomillito”. Ejemplos: “cosita”, “mamita”, “bebito”…

::2 EL APÓCOPE ES TENDENCIA
El apodo de pareja anima a la brevedad, a la castración (verbal) me atrevería a decir. Sigue en cierto modo la misma pauta que cuando buscas nombre para un perro: que sea corto y sonoro. Así, “peque” es pequeña, “pitu” es pitufa, y “cuqui” me imagino que será cucaracha. Y esto nos dirige al siguiente punto que es…

::3 HACEN DEL DEFECTO VIRTUD
Con la combinación de los dos factores anteriores, el apodo de pareja puede hacer bonito hasta el insulto más descarado. Por ejemplo, “gordi”. “Gordi” es gordo, y todo el mundo lo sabe. “Gordi” es que menos birritas con los colegas y más cita romántica con ensalada. “Gordi”, en el mejor de los casos, es el niño gordo de 'Los Goonies' que era amigo de Sloth. Es como el “Olvi, que es bromi” de Mario Vaquerizo, que todo lo atenúa. El peligro de excederse con esto es que podemos llegar a encontrarnos “tuerti”, “manqui”, “mal amanti”…

::4 USO ALEGRE DE LA "CH"
La “ch” es una letra que ni siquiera es una letra, son dos, no tiene entrada propia en el diccionario y no existiría de no ser por los valencianos, Ernesto Guevara y porque sirve para decir chocolate y un montón de palabras cochinas como “chovinismo”. Fijaos que los canarios, que son gente de ahorrar energías, la pronuncian como la “y”. Y sin embargo, en el universo del apodo de pareja da un juego que flipas: churri, cuchufleta, cuchi cuchi…

::5 PELIGRO DE CHONISMOS
El apelativo cariñoso, como el amor, no entiende de clases sociales ni tribus urbanas. Así, por ejemplo, las chonis han hecho del “cari” su grito de referencia para llamar al novio y que pase al probador del Fresca a ver qué tal le queda el tanga (bueno, ellas dicen “la tanga”). También les gusta “nene”, pero sólo se puede usar en masculino, porque su versión femenina, “nena”, queda reservada para tíos duros tipo Loquillo.

::6 COSAS DE COMER
La gastronomía está muy presente en la creación de apodos de pareja, y de esta forma abundan los “bizcochito”, “galletita”, “bomboncito” y demás dulces. Con el resto de sabores de momento no se aplica, aunque no os extrañe que pronto escuchemos algún “tomatito” o “albondiguilla”.

::7 PARTES DEL CUERPO
Otro campo semántico que trabaja mucho el apelativo cariñoso es el de la anatomía humana: “mofletillos”, “ricitos”, “ojazos”… En este área me resultan especialmente cachondos los que hacen referencia a la genitalia y otras zonas de índole sexual, como (y esto es un caso real) “mi pene negro”.

::8 EL MUNDO ANIMAL
Al usuario de apodos de pareja le gusta el mundo animal, como a Félix Rodríguez de la Fuente. En este caso funcionan bastante bien los relativos a felinos, tipo “gatita”, “tigre”, “leona”… No tanto los de plantígrados (“osito” es nombre de pagafantas, no de fornicador), paquidermos (¿Elefanta? No hay huevos…) y peces y mariscos (especialmente mal la gamba y la lamprea).

::9 LOS DE INSPIRACIÓN ALCÁNTARA
El protagonista de 'Cuéntame' tiene su propio repertorio de apodos para Merche, entre los que destacan “milano”, “pichi”, “abuela bombón” y “me cago en la leche”.

::10 LA ASCENDENCIA LATINA
Nuestros amigos al otro lado del charco siguen muchas de las pautas aquí especificadas en la creación de apelativos para sus mujeres, aunque adaptándolas a su contexto: “frijolito”, “chaparrito”… Pero son suyos exclusivos los “mami”, “papi”, “negro” y “negra” que tanto gustan a los letristas de merengue y bachata.

::11 DARSE IMPORTANCIA
Hasta ahora había sido tendencia usar referencias de sangre azul, pero “rey”, “reina”, “princesa”, etc. están adquiriendo unas connotaciones un tanto negativas, así que han caído en desuso. Sin embargo, siguen fuertes los que hacen referencias a cosas valiosas, como “vida”, “tesoro” y “corazón”.

Dicho lo cual, os lanzamos un reto: ¿seríais capaces de decir algún apodo de pareja que de verdad mole?

Fuente: http://www.revistagq.com/articulos/apodos-de-parejas/18337