El camino espiritual comienza para muchos como una necesidad de encontrar felicidad y sentido a sus vidas, respuestas a sus dudas, amor, conocimiento, poder y éxito para desarrollarse plenamente como personas, o consuelo a sus tribulaciones. Sea cual sea la motivación para iniciarlo no es un camino fácil, puesto que para poder recorrerlo y completar la misión del alma es necesario antes limpiarse uno mismo de negatividad, dudas, miedos y patrones destructivos. Esa limpieza de mente, alma y actos es parte del camino, un proceso de autoconsciencia gradual que nos permitirá acceder al verdadero Yo Superior y Creativo que mora en lo más profundo de nuestra alma, aquél que nos impulsa a ir más allá de nuestros límites, y a comprobar de lo que somos capaces en este mundo material .
Gracias a ese trabajo de limpieza sobre uno mismo, podremos convertir una mente reactiva, limitante, destructiva, confusa o bloqueada, en otra libre, creativa, luminosa, eficaz, segura y clara, capaz de elevar su experiencia física y material a su versión más elevada.
Se hace necesario curar viejas heridas, superar antiguos errores y bloqueos, atreverse a pensar por uno mismo, es decir, limpiarse de todo lo que no somos para ir descubriendo lo que verdaderamente somos. Este proceso es parecido a una dieta, no se consiguen resultados por un par de semanas de esfuerzo, sino por un completo cambio de hábitos y modo de vida. Se ha de sembrar contínuamente para conseguir resultados en la misma medida. Aceptamos como imprescindible el hecho de ducharnos y lavarnos los dientes todos los días, limpiar la casa o el coche, y por la misma regla hemos de mantener la higiene interna eliminando cada día los pensamientos, las emociones y los actos negativos de nuestra mente, corazón y voluntad.
Hemos de entrenar la mente a pensar, a poner en práctica y experimentar en positivo abandonando la negatividad, enfocarla en un modo de trabajo creativo y no reactivo, a encender la llama del entusiasmo y la voluntad, superando la pereza y el desánimo, aprender a fomentar la autoestima y el poder personal haciendo frente al autocastigo y la baja valoración, a liberar el alma de los condicionamientos y juicios tanto propios como ajenos que la oprimen, y a descubrir ese Yo Superior que todos llevamos dentro, esa llama que enciende nuestro Ser Creativo Ilimitado. Salir de la zona de confort de lo conocido y superar nuestros propios límites nos permitirá acceder a nuestras capacidades superiores ocultas en nuestro inconsciente.
Autoevolución es un término que alude a esa necesidad de hacerse responsable de cada pensamiento, sentimiento, acción y resultado que hemos cosechado en la vida. Ya no vale responsabilizar al entorno, a los demás, a los padres, la sociedad o las circunstancias. A partir de la “mayoría de edad” hemos de hacernos responsables de nosotros mismos, dejar de proyectarnos en el exterior y centrarnos en mejorarnos primero a nosotros mismos para poder luego influir en el entorno. Se trata de abandonar la idea de que las circunstancias nos pueden, y abrazar la de que en cada momento de la vida tenemos la oportunidad de cambiar las cosas, de crear, de decidir, de potenciar lo bueno, de ilimitar nuestras posibilidades.
Cada dia es una oportunidad de descubrir, trabajar, potenciar y desarrollar todas nuestras cualidades, diseñar nuestra forma de ser como nos gustaría, experimentar la magia de hacer realidad cualquier sueño que podamos imaginar. Una mente ocupada en crear e iluminar no tiene tiempo para lamentarse o sentirse víctima, puedes elegir.
La vida es la música, la letra la pones tú. Tu eliges lo que quieres cantar, cómo, cuándo y por qué… :0).
Beatriz Fernández del Castillo