Los misterios de la Luna
Dicen que la Luna rige el sexo femenino y el Sol el masculino. Es curioso, pero la Luna tarda entre 28 y 29 días en dar una vuelta completa al zodiaco, mientras que el Sol tarda 365 días. Quizá este dato nos proporcione la respuesta a una pregunta que se formula más de la mitad de la humanidad: ¿Por qué la mujer siempre está por delante del hombre en casi todo? ¿Tenemos derecho los hombres a algún premio de consolación?
¿Cómo nos afecta la Luna?
La Luna siempre ha tenido un lugar preponderante en la cultura popular de los pueblos. Más de un acto heroico o depravado, ha sido achacado a las influencias de la Luna. Los calendarios primitivos se basaban principalmente en la Luna, porque entendían que su influencia sobre el ser humano y sobre la naturaleza era primordial. Los meses del año se contaban por ciclos de la Luna, que duran un promedio de 29 días, 12 horas y 44 minutos. Los chinos siguen utilizando de forma popular el calendario lunar, que es el que les marca el inicio de su nuevo año.
La Luna como madre
La principal función de la Luna consiste en gestar los acontecimientos que tenemos que vivir, del mismo modo que una mujer gesta la criatura que ha de nacer. La ciencia hermética nos revela que en ella trabajan toda una serie de jerarquías o fuerzas energéticas que son las encargadas de ayudar a que se produzcan los acontecimientos a nuestro alrededor. La Luna ejerce pues un papel fundamental en nuestra existencia, influyendo en muchos de nuestros movimientos.
¿Son las mujeres lunáticas?
La subida y la bajada de las mareas es un fenómeno físico que tiene su referente psicológico. La Luna es la regente del signo de Cáncer y éste es de algún modo el patrón del sexo femenino. Así podemos determinar que las mujeres están, en su globalidad, regidas por la Luna. El mar, el agua, en el ámbito simbólico, se asimila a las emociones. Así tendremos que las subidas y bajadas de las mareas, transmitirán una influencia directa en el cambio de humor de las mujeres de nuestro planeta, que pueden sentirse alegres o tristes, entusiasmadas o decaídas sin una causa aparente. Quizá esa sea la razón que esconde el dicho popular: “las mujeres son lunáticas”.
La Luna y la fertilidad
En la antigüedad se otorgó una asociación directa de la Luna con la fertilidad y una función reguladora en el ciclo menstrual (término que proviene del griego Mensis, que significa Luna). Numerosos rituales de fertilidad se realizan bajo los auspicios de la Luna (en su fase de cuarto creciente). Si nos vamos al ámbito simbólico, vemos que la fertilidad se transforma en imaginación e intuición, cualidades que están directamente relacionadas con el sexo femenino. La Luna también representa el aspecto inconsciente del ser humano, lo que subyace en el interior, en la cara oculta, así en el cuarto menguante será el momento de revelar los secretos.
Tristán Llop