Todos los dones del mundo

CO-CREADOR@ Desde : 09/01/2009 He aportado : 24878

Cuándo las almas del Universo fueron creadas, el Creador puso a su disposición todos los dones necesarios para el desarrollo de éstas y su evolución espiritual.

Cada persona al nacer recibe un don especial que le es dado como ayuda para que por medio de él intente aprender, desarrollarse y crecer espiritualmente, este don o facultad hay que cultivarlo pues nos es dado en potencia y hemos de hacer que crezca y se manifieste grande en nuestras vidas para nuestro bien y el bien de los demás. Pero muchas veces nos revelamos contra nuestro don y no lo aceptamos, interpretándolo más bien, como un castigo. Esos dones provienen del alma y muchas veces nuestro cuerpo y nuestra mente los rechazan porque aún no han alcanzado la madurez necesaria.

A medida que vamos atravesando la vida y nos llega el reto de enfrentarnos a ella, debemos de seleccionar aquello que queremos o debemos hacer para asegurar nuestro aprendizaje.

Por eso, elige bien tus palabras, se positivo, la palabra hablada o escrita tiene mucha fuerza. Nuestras palabras, son una prolongación de nuestros pensamientos, y si nos escuchamos a nosotros mismos, si escuchamos lo que decimos y creemos en ello llegaremos a la meta que nos habíamos marcado, pues nuestras palabras transformarán nuestros pensamientos y harán que las cosas fluyan naturalmente para nosotros. Si no crees que sea cierto, escucha lo que dice la gente y compáralo con el modo de vida que llevan. Esto es efectivo hasta tal punto que cambiando las palabras podrás cambiar tu forma de vida y elegir por ti mismo aquello que quieres hacer y que es bueno para ti. Elige las cosas que te benefician y te aportan sabiduría, felicidad y paz.

Hay personas que pasan el día quejándose de todo y por todo y eso es lo que siembran y lo que recogerán al final. Intenta sonreirle a la vida y elegir cada día vivir bien y ser responsable de ti mismo, por los que te rodean y por aquellos a los que amas y te necesitan. Dedícate solo a aprovechar cada momento que estás viviendo, a ser feliz y a ayudar a los otros en la medida de tus posibilidades y recuerda: aquello que damos lo recibimos de vuelta. Es una ley del Universo, así que, la próxima vez que critiques a alguien pregúntate sobre quien hablas, posiblemente estés hablando sobre ti y criticando aquello que secretamente te gustaría hacer y no te atreves o que te gustaría que te pasase pero no haces nada para que suceda porque estás muy cómodo en tu pedestal, pues a veces puede ser que veamos en los demás solo aquello que vemos en nosotros mismos.

Antes de nuestro viaje de vuelta a este mundo que es el que a nosotros nos compete ahora por formar parte de él, hicimos una serie de planes entre los que figuraban varias elecciones sobre cómo nos gustaría que transcurriese este pequeño período de aprendizaje, elegimos a nuestros padres, la sociedad donde nos gustaría crecer, las condiciones más idóneas en las que supuestamente podríamos avanzar, y fijamos algunos momentos clave a los que llamamos destino y que serían como puntos de inflexión en nuestras vidas.

Junto con todo esto, también elegimos un don de todos los que en realidad tenemos y que nuestro Creador nos ha proporcionado para conseguir lo deseado y para poder por medio de nuestra maravillosa facultad extra ayudar a los demás y ayudarnos a nosotros mismos a crecer espiritualmente.

Aunque alguien, llegado este momento puede pensar que se le olvidó traerse de vuelta a este mundo su don, eso no es posible, pues cada uno de nosotros tenemos algo que hacemos muy bien , pero puede suceder que no queramos reconocerlo o simplemente no queramos mostrarlo al exterior por el motivo que fuese. Eso que hacemos muy bien seguramente tiene mucho que ver con nuestro don, y podrá ayudar bastante en nuestro proceso de crecimiento interior...

Pero potenciar nuestro don no necesariamente significa que hayamos de ser famosos por ello, sino que una vez descubierta nuestra habilidad la debemos de usar en beneficio de los demás, a nosotros nos servirá para adquirir sabiduría interior y eso nos debe bastar, pero si resulta que llegamos a serlo, pues pensad que así tendremos la posibilidad de ayudar a más personas.

Puede ser que nos pasemos media vida negando nuestro don, como es mi caso, o simplemente puede ser que no lo consideremos lo bastante importante para mostrarlo y usarlo en nuestro beneficio espiritual. Pero hay algo muy importante que hemos de tener en cuenta y es que estos dones que nos traemos de vuelta, hemos de usarlos correctamente, pues habrá personas que utilicen su don para hacer daño a los demás y aunque somos libres e inteligentes y cada uno decide por el mismo, también hemos de recordar que aquello que se siembra se recoge.

Y aunque nadie nos obliga, desde el otro lado intentan por todos los medios apelar a nuestra sabiduría interior para que no nos desviemos del camino o para que sepamos encontrarlo de nuevo.

Algunos eligen tener una bonita voz, otros son muy buenos con las palabras, otros son capaces de aliviar el dolor físico o psíquico, otros son maravillosos con los niños, otros, deportistas excelentes, otros saben cómo hacer negocios, otros tienen la clave de cómo mantener una familia unida, otros poseen la virtud de la sonrisa, algunos son muy amables, otros bondadosos, otros tienen mucha imaginación o son grandes inventores, otros son muy sabios, otros muy bellos….

Cada uno elige su don en función de lo que necesita aprender y deberá utilizarlo como vehículo o herramienta que le permita crecer ayudando a los demás y progresar espiritualmente.

Mira dentro de ti y piensa en algo que haces muy bien y que a todos les gusta o les hace feliz, cocinas muy bien, haces unos pasteles maravillosos, sabes escuchar a los demás, siempre estás dispuesto para ayudar, puedes leer entre líneas o en el corazón de los otros…

Siempre aunque tú no lo creas hay algo en lo que destacas, en lo que eres muy bueno, por favor, ayúdate a ti mismo reconociendo que aunque podría haber sido otro, es éste don el que elegiste porque era el mejor para ti y el que más te conviene para afrontar esta vida.

Y recuerda que no basta solo con descubrir o reconocer nuestro don natural, también hemos de fomentarlo para sacarle todas las posibilidades y que cada vez se vaya haciendo mejor y más grande. Hay muchas personas que han elegido su don como profesión y otras que lo tienen tan escondido que piensan que no son especiales en nada. Despierta, obsérvate a ti mismo y seriamente piensa cuál es tu don, no el que te hubiese gustado, sino el que necesitabas y que tienes ahora. Localízalo, foméntalo y disfruta de él haciendo partícipe a todos los que te rodean. Recuerda que tu don no te pertenece… le pertenece a los demás.

http://espiritucelta99.blogspot.com.ar/search/label/Mejora%20tu%20vida

CO-CREADOR@ Desde : 12/02/2014 He aportado : 2017

NEMESIS tú tienes todos los dones, no te hace falta pensar, elegiste bien y haces muuuuucho bien a los/as demas

Gracias

Besossss lindossss

Abre las alas y siente la brisa.

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