Puedes utilizar este ejercicio a fin de estimular garganta y oídos, para alinearte con tu Ángel. Esto te preparará para conversar con Él. También puedes emplear una canción, un himno o un cántico, siempre que lo entones con el corazón. La idea es abrirte vocalmente, aflojar tus cuerdas vocales y liberarte.
Practicar en voz alta el sonido de las vocales es una manera simple y efectiva de hacerlo; para eso no necesitas nada más que un asiento cómodo y leer unas cuantas veces el ejercicio.
1) Comienza con el sonido de la vocal “A”. emite el sonido primero con los ojos abiertos; luego, con los ojos cerrados. Observa si hay alguna tensión en tu cara, tu mandíbula o tu garganta. Si es así, mueve la mandíbula varias veces, de lado a lado. Luego repite otra vez el sonido “A”, en voz más alta, con los ojos abiertos y con los ojos cerrados.
2) Emite el sonido “E”, primero con los ojos abiertos, luego cerrados. Observa nuevamente si existen tensiones o si el tener los ojos abiertos o cerrados marca alguna di-ferencia. Repite nuevamente el sonido “E” de ambas maneras, en voz más alta.
3) Repite los pasos ya descriptos con el sonido de la “I”
4) Luego emite el sonido de la “O”.
5) Ahora trabaja con el sonido de la “U”. Puedes pronunciarla primero a la española, uh, y luego a la inglesa, iu.
6) Cuando hayas terminado con las vocales, emite los sonidos siguientes, haciéndolo con lentitud: AH, OH, UM. Repite estos tres sonidos hasta que empiecen a fundirse unos con otros y te encuentres emitiendo el sonido OHM. Puedes hacerlo con los ojos abiertos o cerrados. Siente cómo vibra el sonido en tu garganta. Observa en qué otro lugar del cuerpo sientes estos sonidos. ¿Hay resonancia en el Tercer Ojo, en la zona del Timo o en la del Corazón?.
7) Ahora emite las notas que quieras. Déjalas brotar de tu garganta, subiendo y bajando a voluntad.
8 ) Continúa entonando esas notas hasta que todo tu cuerpo esté zumbando. Si lo has hecho con los ojos abiertos, ciérralos al terminar. Si lo hiciste con los ojos cerrados, ábrelos al terminar. Permanece quieta algunos minutos, sólo percibiendo tu cuerpo
¿Cómo sientes el cuerpo después de este ejercicio? Los ruidos de la habitación, ¿te parecen ahora diferentes? Puedes hacer también este ejercicio entonando tu propio nombre. Prueba diferentes maneras de cantarlo: alto y bajo, rápido o lento, fuerte y suave. ¡Canta hasta que te retumben los oídos!
http://hermandadblanca.org/biblioteca/curso-sobre-los-angeles-con-enfoque-metafisico-por-alexiis/angeles-clases-de-31-a-35/