Cuando la Ley de Atracción parece no funcionar

La ley de la atracción es un ley universal, siempre funciona.

Lo que sucede es que funciona tanto para las cosas "positivas" como para las "negativas". Para la ley de la atracción no existe lo negativo o lo positivo, simplemente existe la experiencia.

Somos nosotros, los humanos, los que colocamos a cada experiencia la etiqueta de positivo o negativo.

Tú emites un pensamiento, ese pensamiento nace de una creencia que tú tienes y esa creencia a la vez nace de un estado del ser. En otras palabras, tu pensamiento refleja tu estado del ser.

La ley de la atracción lo que hace es responder a ese estado del ser. Y siempre lo hace!

Ahora bien, sabes en qué estado del ser te encuentras gracias a tus emociones. Cuando te sientes bien, es porque te encuentra en un estado del ser "positivo", cuando te sientes mal es porque te encuentras en un estado del ser "negativo.

Es positivo cuando nos sentimos felices, agradecidos, plenos, etc.

Es negativo cuando nos sentimos tristes, deprimidos, desesperados, angustiados, ansiosos, etc.

Entonces... cada vez que tú emites un pensamiento debes saber con exactitud en qué estado del ser te encuentras al emitir ese pensamiento.

Veamos un ejemplo...

Supongamos que tú deseo es atraer más dinero a tu vida .

Entonces.. dices afirmaciones del tipo... "soy un imán para el dinero" o "el dinero llega a mi con facilidad".

Pero... ¿qué pasa con tu estado del ser?

Tú dices, por ejemplo, "el dinero llega a mi con facilidad" pero a la vez sientes que el dinero no te alcanza, que se te escabulle entre las manos.

¿A qué responde la ley de la atracción? Responde a tu estado del ser.

Responde a la carencia en la que tú te estás enfocando y no a las palabras que estás diciendo. Y... esto es así porque tú no crees en las palabras que estás diciendo. Es así de sencillo. Tú no tienes la certeza que el dinero llega a ti con facilidad. Y esta es la vibración que emites y a la cual la ley de la atracción te responde.

Es por ello que es tan importante que siempre estés pendiente de tus emociones, y que siempre te enfoques en la abundancia y no en la escasez de tu vida. Porque si te enfocas en la escasez, más escasez recibes.

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