Hay algo encantador en algunas personas que provoca que los que la rodean caigan fascinados y enamorados de la magia que irradia su persona: su sonrisa.
Una sonrisa cautivadora es irresistible, y todos alguna vez nos hemos topado con alguien que nos atrapa con su sonrisa. Pero además de ser la sonrisa la portada más inteligente y bella de todas nuestras caras, es una de las prácticas para sanar más sencillas de todas.
Sonreír:
1. Reduce la presión y el estrés
2. Refuerzas las defensas del sistema inmunológico
3. Eleva tu ánimo y espíritu
4. Te ayuda a pasar de los estados deprimidos a los entusiastas.
Pero… ¿Por qué sonreír si no tengo ganas? Bueno, incluso si no tienes ganas y sonríes por compromiso o porque no te queda de otra, los efectos son los mismos. Prueba en este instante a pensar en alguien que te caiga mal y sonríe simultáneamente. Verás como el resentimiento o cualquier emoción de enojo desaparece un instante. Lo que dice cada sonrisa.
Observa como sonríen los que están a tu alrededor y notarás lo que te dicen sin palabras.
LA SONRISA SIN DIENTES: Es aquella que no muestra los dientes y que solo se dibuja como media luna en la cara. Esta es una señal de independencia, de autosuficiencia. Se dice que quienes sonríen así son gente segura, poseen una especie de complicidad interior (se ríen con ellos mismos) y sienten un placer honesto que les da una especie de carisma especial.
SONRISA QUE MUESTRA LOS DIENTES: Esta sonrisa acompañada por un contacto visual amigable, es señal de afecto y bienvenida, de una intención de franca amistad emocional.
SONRISA FRÍA Y FALSA: Todos notamos al instante cuando alguien no quiere reírse y esta forzando su alegría. Por lo general esta sonrisa no deja de funcionar (como se explico anteriormente), pero la persona que a menudo se siente forzada a sonreír y no lo siente como algo natural, es una persona que tendría que hacerse más amiga de si misma.
SONRISA DE BUDA: es la sonrisa apacible y siempre marcada en algunos rostros, tal parece que la persona hubiera nacido sonriendo. Esta sonrisa, acompañada de una mirada pacifica, habla claramente de una alta espiritualidad desarrollada en la persona, es la persona que se siente profundamente en paz y satisfecha con lo que es, son grandes amigos y sabios consejeros. Su sonrisa constante parece dos brazos siempre abiertos a dar y recibir.