Nadie está obligado a vivir en la escasez

Si te estás dando cuenta de que la escasez ya no es un valor que pueda ser recompensado después que dejes este mundo físico y te dirijas al cielo donde serás celebrado por tu sacrificio, si recién comienzas a darte cuenta de que el Padre Dios te ha dado todo poder y toda gloria aquí en la tierra para gobernar y administrar todos sus recursos, si te estás dando cuenta de que además él quiere que disfrutes de tu bienestar aquí y ahora, entonces, es que estás despertando.

Cuando descubres que está en tus manos vivir en abundancia o escasez, entonces, comienzas a integrar los polos, comienzas a superar la dualidad. En estas circunstancias ninguno de los dos polos te atrapa, te sientes libre de ir al extremo que tú quieras y cuando quieras, comprendes que las dos posibilidades no son premio o castigo, sino el fruto de tu elección.

Te sientes empoderado para elegir experimentar lo que quizás nunca nadie en tu familia había logrado hacer. Te haces consiente y dueño de tus pensamientos, te sientes libre para moverte hacia donde nunca habías estado antes y la escasez deja de doler.

¿Qué es la materia, sino la arcilla que te permite ver con los ojos físicos lo que hemos sido capaces de crear con nuestro espíritu?

Por eso es que no hay delito en querer crear lo material en nuestra vida, solo se trata de un juego. Puedes crear todo lo que quieras y el juego durará mientras estés aquí. Luego de eso tendrás que dejar tus castillos de arena para que el mar se encargue de destruirlos con amor. Solo será un juego para manifestar tu propia energía, para practicarte como creador, para reconocer que eres como Dios, para recordar lo que eres, un ser espiritual viviendo una experiencia física.

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