Digamos que sembramos un grano de maíz. La semilla germino y se desarrollo en una planta de maíz.
¿Crees que esta planta de maíz producirá tan solo un grano de maíz?
Por supuesto que no!
La planta crecerá y cada mazorca tendrá cientos de semillas.
Este es el ejemplo de la ABUNDANCIA de la naturaleza.
Este mismo efecto es el que produce nuestro pensamiento.
El EFECTO siempre es mayor a la CAUSA.
Lo que cosechamos siempre es mayor a lo que sembramos.
Lo que RECIBES es un múltiplo de lo que DAS.
La energía positiva que envías siempre regresa a ti multiplicada.
Si envías odio, esa energía multiplicada vuelve hacia ti.
Si envías amor, esa energía multiplicada vuelve hacia ti.
Si siembras una semilla de una flor, serán bellas flores las que crezcan.
Si siembras una maleza como el cardo, entonces plantas de cardo crecerán.
Nosotros tenemos el libre albedrío de elegir lo que sembraremos.
Hacemos continuamente elecciones que afectan nuestra vida y la de muchos otros.
Somos jugadores en un gigantesco juego, cada movimiento de un jugador individual cambia las posibilidades dentro del juego y su resultado potencial.
Cada movimiento cambia las opciones de todos los jugadores restantes del juego.
Cada persona es un jugador que tiene un papel especifico que desempeñar.
Cuando hay reconocimiento del ser o autoconocimiento de mi papel, entonces puedo jugar el juego de la vida con propósito y éxito