¿Qué tienes para ofrecerle al otro?

Los primeros segundos de su presentación ante otra persona son los más importantes. A partir de allí, quedará grabada su imagen en la mente del otro y lo que hagas después poco influirá para que sea cambiada. Cuida pues la forma como marcarás tu presencia. Intenta llamar la atención de la manera correcta y favorable para ti.

No supongas lo que la otra persona quiere o le agrade. Trata de averiguarlo primero. Considera que a ella poco le interesas. Lo que más le importa es ella misma. Si tú te pones en su lugar, conseguirás impresionarla de manera favorable ofreciéndole lo que a ella le gustaría ver y oír.

En ventas, se puede tener una oferta muy favorable, pero si no se tiene en cuenta lo que el cliente desea, la venta no se realizará. Lo que digas y cómo lo digas es tan importante como a quién se lo dices. Habla en términos de las perspectivas del cliente y cómo tu oferta lo beneficia a él.

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