Como la pasion lleva al exito

Muchas personas se preguntan cómo ocurre el éxito pasa y cómo las personas exitosas se vuelven exitosas. La buena noticia acerca del éxito es que no hay ningún secreto que necesites saber para poder lograrlo.
Cuanto más leas sobre casos de éxito más te darás cuenta de que las personas exitosas comparten una determinada manera de pensar que, si la has adquirido, también te convertirás en uno de ellos con seguridad.
Muchas personas exitosas han demostrado esta teoría levantándose de nuevo y volviéndose exitosas más de una vez después de enfrentar pérdidas devastadoras.
Uno de las características más importantes que debe tener una persona para tener éxito es la pasión.

La pasión, el éxito y la persistencia

Tomás, un íntimo amigo mío, era un apasionado del patinaje. Él solía patinar todos los días, hasta que un día decidió empezar una empresa de venta de patinetas, pero tenía que enfrentar un gran reto, nadie más que él patinaba en el país en el que vivía.
Tomás no sólo decidió vender las patinetas y patines que lo apasionaban, sino que también decidió crear el mercado que no existía. Hoy en día todos los comerciantes de comienzan por evaluar las necesidades del mercado antes de lanzar cualquiera de sus productos.
Tomás decidió crear el primer mercado primero y después lanzar el producto. Cada día, Tomás salía a patinar solo y hacía trucos impresionantes delante de la gente pasaba por allí. Cada vez que alguien se detenía a verlo, Tomás lo invitaba a que empezara a patinar también.
Tomás pasó un año y medio, tiempo en el que sólo pudo contar con un equipo de 30 patinadores.
Una vez le pregunté, ¿cómo seguiste tu camino por un año y medio sin renunciar a pesar de que la tasa de crecimiento de los patinadores era casi nula?.
Él respondió “Soy un apasionado del patinaje y me sentí muy feliz de hacerlo, incluso si no estoy ganando ningún dinero de él”

En unos pocos años la comunidad de patinaje tenía más de 7000 patinadores. La empresa de Tomás, se convirtió en el distribuidor exclusivo de los Skateboards en su país, adquirió un valor de millones y comenzó a atraer la atención de los medios de comunicación.
El negocio de Tomás apareción en la televisión y poco después Red Bull lo contactó para usar su equipo de skaters para publicitar sus productos.
Lecciones a aprender de esta historia
¿Cuáles son las lecciones que debemos aprender de esta historia?

1) A veces hay que seguir adelante incluso si no hay resultados:

Durante un año y medio Tomás estubo patinando todos los días sin un progreso real. En 18 meses sólo pudo jntar un equipo de 30 patinadores. Si deseas tener éxito en la vida, entonces tienes que tener en cuenta que en algunas ocasiones tendrás que seguir adelante, incluso si no ves ningún resultado. Si persistes, los resultados se mostrarán tarde o temprano.

2) Para seguir adelante se necesita combustible:

Muchas personas me dicen que no tienen la energía suficiente para seguir adelante y esta mi respuesta a ellos: Encuentra algo que te apasiona. Tomás era feliz patinando, incluso no estaba ganando nada de dinero en los primeros años. En otras palabras, él era muy apasionado acerca de su afición y por eso tenía la energía para seguir adelante. Si encuentras algo que te apasiona no encontrarás ningún problema en ser persistente, porque la persistencia conduce al éxito.

3) Cuando tu sueño es grande los hechos no cuentan:

Tomás podría haber renunciado porque 1) no existía un mercado para el patinaje en su país 2) El patinaje era algo extraño para la cultura de su país 3) muchas personas se burlaban de él porque hacía skateboard a una edad avanzada 4) debido a que en 18 meses sólo logró convencer a 30 personas a practicar junto a él. En cualquier momento podría haberlo dejado y no habría podido llegar al éxito que ha alcanzado hoy. Si eres serio sobre el éxito o acerca de alcanzar una cierta meta, entonces los hechos no deben importar.
Hacerse rico no es cuestión de suerte, hacer las cosas en grande o ser inteligente, sino que todo es cuestión de tener ciertas creencias acerca del dinero y la vida.

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