MI PERSONALIDAD ME DICE CUAL ES MI FORMA DE AMAR

Pre­gun­tarnos con­stan­te­mente el por qué y cómo actúa nues­tra pareja no es una coin­ci­den­cia. El estu­dio de la per­son­al­i­dad desde hace mucho tiempo ha per­mi­tido que aparte de dar respuesta a var­ios de los com­por­tamien­tos indi­vid­uales, podamos en efecto, dar mayor expli­cación a con­cep­ciones gen­erales.
Existiendo varias teorías de la per­son­al­i­dad es impor­tante, sin embargo, que empece­mos por definirla. La per­son­al­i­dad es un con­junto de patrones car­ac­terís­ti­cos de pen­samien­tos, sen­timien­tos y con­duc­tas que hacen una per­sona única, man­tenién­dose con­sis­tente a través del tiempo.
Lo ante­rior se ve com­ple­men­tado con cinco impor­tantes car­ac­terís­ti­cas:
1. Es psi­cológ­ica pero tam­bién fisi­ológ­ica: La per­son­al­i­dad se halla con­stru­ida por ambos pilares, de ahí que si bien podemos iden­ti­ficar cómo se com­porta una mujer que nos gusta tam­bién es prob­a­ble que esto nos guie en por qué nos gusta deter­mi­nado tipo de mujer.
2. Con­sis­ten­cia: La per­son­al­i­dad y los difer­entes esti­los hacen que una per­sona actúe esen­cial­mente de la misma man­era en situa­ciones diversas.

Esto nos per­mite esclare­cer por ejem­plo, el por qué nues­tra pareja se aísla o agrede “siem­pre” que va a comen­zar una dis­cusión.
3. Con­ducta: La per­son­al­i­dad nos per­mite respon­der ambi­en­tal­mente a var­ios estí­mu­los pero tam­bién gra­cias a ella respon­demos (actu­amos) en deter­mi­nada man­era.
4. Expre­sión: La per­son­al­i­dad no se despl­iega tan solo medi­ante un com­por­tamiento, sino medi­ante múlti­ples expre­siones que varían desde pen­samien­tos, sen­timien­tos, inter­ac­ción, pref­er­en­cias, entre otras. Den­tro de esto se halla desde luego, la elec­ción de nues­tra pareja y forma en cómo lle­va­mos nues­tra relación.

Par­tiendo de lo ante­rior, a con­tin­uación se pre­sen­tan de forma resum­ida algunos de los esti­los de per­son­al­i­dad con ejem­p­los ilus­tra­tivos para que al leer­los puedas ir iden­ti­f­i­cando patrones de com­por­tamiento con los que te has venido desen­volviendo frente a tu pareja. Iden­ti­fi­car­los te ayu­dará para tra­ba­jar sobre tus pun­tos débiles y for­t­ale­cer el entendimiento de tus com­por­tamien­tos y los de tu pareja. Además, encon­trarás respues­tas dis­tin­tas del por qué sufres de dolor de amor según tu estilo de personalidad.

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