¿Alguien sabe qué es el bestialismo?

¿Alguien sabe qué es el bestialismo?

En un artículo anterior hablé del sinsentido que supuso el sacrificio de Excálibur, el perro de la enfermera española, Teresa Romero, contagiada de Ébola hace unas semanas y libre de este virus en la actualidad.

Pues bien, en un artículo periodístico --que he leído recientemente--, y siguiendo en la esfera de las relaciones entre humanos y animales, leo con estupefacción el siguiente titular: “El gobierno danés ha prohibido el sexo con animales”. ¡Válgame Dios!, exclamo, y para mis adentros pienso que cómo es posible esto en un país como Dinamarca. Así pues, leo y releo atentamente dicho artículo y descubro una oscura realidad que hasta la fecha desconocía: el bestialismo.

De entrada, no me sorprende que el ser humano sea capaz de semejante barbaridad, ya que la experiencia de vida me demuestra que somos capaces de lo mejor y de lo peor. Y es también una certeza que se dan casos de bestialismo en hombres que viven en montañas o apartados de las ciudades; o en mujeres que acuden a urgencias hospitalarias con un perro al que no pueden extraerse de sus partes íntimas…, pero mi ingenuidad los consideraba casos aislados.

Bien, ¿qué queréis que os diga? Soy una persona abierta pero no logro comprender esta enésima aberración del ser humano quien, una vez más, abusa del más débil a fin de someterlo u obtener placer de él. En el citado artículo se dice que hasta ahora en Dinamarca era legal esta práctica siempre que “el animal no resulte herido”, algo que desgraciadamente no suele suceder. Me “tranquiliza” saber que esta conducta está en vías de ser penalizada, como ya se ha hecho en países como Alemania, Holanda, Suiza, Francia, Reino Unido, Noruega y Suecia…, países tan civilizados que da incluso vergüenza citarlos.

Sin embargo, una vez más y en lo tocante a derechos de los animales, España muestra su cara más terrible, ya que en el artículo analizado descubro asqueado que en España se tolera el bestialismo y que corremos el riesgo de convertirnos en un “santuario” de tan execrable práctica. No creo que por no aprobar esta conducta se me pueda tildar de conservador o intolerante o ignorante o aguafiestas, entre otros calificativos, y es que, por más que lo intento, la razón no me abre resquicio alguno para darle aprobación. La convivencia con animales de compañía (esencialmente los domésticos), de granja o pastoreo, debería basarse en el respeto al derecho que todos los seres vivos tenemos de existir, y que la supuesta inteligencia del ser humano debería ser una cualidad que, en su defecto, ayudara a mejorar la vida de los “irracionales” o, simplemente, a dejarlos vivir en paz según sus propias leyes o instintos. ¿Tan difícil es, en verdad, entender esto?

En definitiva, clamo en el desierto, lo sé…, pero no hay que dejar nunca de clamar.

Fuente: http://www.piensaesgratis.com/bloggers/alguien-sabe-que-es-el-bestialismo