Todo Cambio de Vida Empieza con Tus Palabras

Las palabras crean imágenes en tu mente, pensamientos, sentimientos y emociones. Empezamos el proceso de manifestación con nuestras palabras. Las palabras son la manifestación física de los pensamientos. Las palabras que piensas o dices crean imágenes en tu mente. Expresamos nuestros pensamientos, nuestra voluntad, nuestros propósitos, nuestras emociones con palabras. Somos comunicadores por naturaleza, y de qué tan bien comuniquemos nuestro mensaje depende totalmente la respuesta que tenemos del Universo. Usamos palabras todos los días de nuestra vida. Ellas vienen automáticamente a nuestra mente y boca y la mayor parte del tiempo no les ponemos atención, por lo que no somos conscientes de lo que atraemos a nuestras vidas. Si tan solo escucháramos lo que nos decimos a nosotros mismos y a otros, estaríamos dando el primer paso para reprogramar nuestra mente y crear la vida que merecemos. Algunos estudios dicen que las palabras que nos decimos a nosotros mismos generan el 100% del resultado que tendremos en nuestras vidas. Piénsalo y analiza las palabras en tu vocabulario, especialmente las que te dices a ti mismo. Las palabras por sí mismas no son importantes, pero la intención que les das es lo más importante. El poder real de las palabras se encuentra en el SIGNIFICADO que las palabras tienen para ti. Las palabras desencadenan conceptos, ideas, recuerdos, situaciones, circunstancias, acciones, pensamientos y sentimientos de los programas grabados en tu mente subconsciente, transformándolos en emociones. No hay palabras malas o buenas. Hay palabras positivas y palabras negativas, dependiendo del significado que les des. Hay palabras de baja energía y de alta energía. Cuando escuchas o dices una palabra que te hace sentir bien o mal, es porque esa palabra es parte de un programa que has guardado en tu mente subconsciente el cual armoniza con la palabra que escuchas o dices y causa una emoción. Hay palabras que te hacen sentir bien y palabras que te hacen sentir mal. El noventa y cinco por ciento del diálogo interno de una persona "normal" es negativo. Si una persona está teniendo diálogos internos de baja energía, ¿qué palabras crees que usará en una conversación normal o para comunicarse con otras personas? Sí, expresará toda su frustración con sus palabras. Es muy fácil tener una idea exacta sobre la vida de una persona cuando ponemos atención a sus palabras. ¿Has puesto atención a las palabras que usas para comunicarte contigo mismo y con otras personas? ¿Esas palabras Igualan tus deseos? ¿Son de baja o alta energía? Si no eres feliz o no estás teniendo lo que quieres en tu vida, sería bueno empezar a cambiar tus palabras. Tu vida mejorará en todos los aspectos. He aquí algunas cosas que puedes hacer: Usa cinco o diez minutos de tu tiempo, ¡AHORITA mismo! Haz una lista en una hoja en blanco. En el lado izquierdo, escribe todas las palabras u oraciones de baja energía que usas diariamente. En el lado derecho, escribe todas las palabras u oraciones de alta energía con las que puedes reemplazar las de baja energía.

Escribe las palabras u oraciones de alta energía más de veinte veces para memorizarlas, y úsalas cada vez que “necesites” usar las palabras de baja energía. Puedes practicar una o dos nuevas palabras u oraciones cada día. Cuando veas o escuches otras conversaciones (radio, televisión, internet) checa las palabras de baja energía y reemplázalas en tu mente. Recuerda que las palabras de baja energía son las que van en contra de tus deseos o te hacen sentir mal (no bien). Si dices palabras inadecuadas o negativas a otra persona cuando estás molesto –quizá piensas que eso te hace sentir bien en ese momento- ¿En verdad crees que esas palabras te ayudarán a crecer o a mejorar la situación? Incluye más palabras de alta energía en tu vocabulario. Palabras como creer, amor, poder, felicidad, amor, gracias, hola, buen día, sonríe, sentir bien, ¿puedo ayudarte? Que padre! Maravilloso, bonito, impresionante, aprecio, amable y otras palabras que te hagan sentir bien. Practica usar dos o tres palabras de alta energía en tus frases cada día.

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