Consigue una sexualidad plena con el renovado camino del Tao

El camino del Tao, una práctica ancestral asiática, puede ayudarte a alcanzar una sexualidad altamente satisfactoria. Su versión más contemporánea sitúa al hombre y a la mujer en el mismo plano dándoles a ambos un papel activo en la búsqueda del orgasmo y la unión suprema. A continuación, nuestra entrevista con Gérard Gusah, analista de Reiki y adepto del Tao.

El descubrimiento del camino del Tao y su visión contemporánea de la sexualidad pueden revolucionar tus encuentros amorosos. Estas prácticas, además de poder reforzar la energía vital, son la clave hacia una dimensión espiritual y de placer en la que ambos miembros de la pareja ocupan el mismo plano. Buenas razones para abandonarse a la lectura del famosísimo Manual de Almohada.

Según el Tao, ¿tiene la sexualidad una función específica? ¿Cuál?
La energía sexual es una expresión de la energía vital, el Qi. El camino del Tao nos ofrece una representación dinámica del mundo en la que el Qi, una única esencia, se manifiesta doblemente (Yin y Yang). El hombre, al igual que el cielo, es Yang, mientras que la mujer, como la tierra, es Yin. Por tanto, sus relaciones sexuales celebran la unión del cielo y la tierra haciendo posible que, desde el punto de vista del macrocosmos, el Yin y el Yang estén en perfecta armonía.

He aquí una concepción del sexo que va más allá del conjunto de mecanismos físicos… ¿Qué lugar ocupa entonces nuestro cuerpo según el Tao?
El cuerpo es como la vasija de los alquimistas, explica Gérard Guasch. En él tienen lugar todas las transformaciones y realizaciones. Por esta razón, las enseñanzas del camino del Tao nos incitan a cuidarlo al máximo y a consevar nuestra salud y bienestar. De ello dependerá la calidad de nuestro sexo. Para asegurar una buena circulación de la energía, es recomendable recurrir a la acupuntura, a las plantas, a los masajes y a la dietética. La meditación y las prácticas de larga vida como el Qi Gong son un buen complemento para gozar de mayor vitalidad.

¿Qué tipos de prácticas sexuales se enseñaban en el Manual de Almohada que se solía regalar a los recién casados? ¿En qué principios se basaban?
Aunque es el más conocido, no es el único manual sobre sexo que existe, afirma Gérard Guasch. El Manual de Almohada se trata de una bibliografía muy antigua (data de la época de los Han, es decir de dos siglos antes de nuestra era actual) compuesta por ocho obras en las que se comprenden 191 manuscritos clásicos (jing) cuyo tema principal es “El dormitorio”.

El manual tiene como principio despertar y dinamizar la energía sexual por medio del control de la emisión de esperma en el caso del hombre y de flujo menstrual en el de la mujer. La energía ahorrada se “recicla” en los canales energéticos de cada uno y sirve para “recuperar” las carencias energéticas del cuerpo con el fin de conservarlo en buena salud y poder gozar de una larga vida.

¿Qué tiene de pertinente esta práctica de la sexualidad hoy en día?

En los textos antiguos, el acento recaía especialmente en la “no-pérdida” de energía. ¿Cuál era el objetivo? Alcanzar un nivel de energía suficiente para conectar a la pareja con el cosmos. En nuestra época, una práctica como esta presenta la ventaja de situar al hombre y a la mujer en el mismo plano siendo cada uno de ellos un miembro activo de la pareja en la búsqueda de la unión suprema. Las prácticas actuales buscan el culto del Tao en pareja, explica el especialista.

¿Propone el Tao alguna pista para conseguirlo?
El Tao propone una amplia variedad de posiciones, evidentemente, aclara Gérard Guasch. Sin embargo, lo que prima es el despertar de la sensibilidad femenina mediante, por ejemplo, un juego de penetraciones superficiales y profundas o invitaciones a darse tiempo para alcanzar el orgasmo. El camino taoísta insiste igualmente en la importancia de prestar atención ante la llegada del orgasmo de la mujer, que aparece además descrito con multitud de detalles.

Otra clave para conseguirlo consiste en aprender a hacer que la energía suba desde los órganos sexuales hasta la cabeza para alcanzar así un orgasmo total que comprenda tanto el cuerpo como la mente. Se trata de algo más que simples técnicas puesto que todas ellas presentan la particularidad de reconsagrar la sexualidad confiriéndole una dimensión cósmica a semejanza de la que encontramos en el tantra.

Las cuestiones que se plantea el hombre actual tienen más que ver con problemas como la pérdida de deseo o la eyaculación precoz y no con fantasías multiorgásmicas, como en la antigüedad. ¿Qué aconseja el Tao a propósito de estos temas?
En caso de problema de disfunción eréctil, el Tao recomienda la penetración en semierección para aliviar la angustia o la vergüenza en caso de “contratiempo”. De forma complementaria, unas sesiones de acupuntura o de moxibustión pueden resultar eficaces para incrementar el deseo desde un punto de vista energético.

En lo tocante a la eyaculación precoz, las prácticas de control de la respiración o de tonificación de los músculos pélvicos así como repetidas interrupciones de la penetración durante el acto ofrecen buenos resultados. Muchos de mis pacientes lo han probado y han quedado muy satisfechos, asegura Gérard Guasch.

C. Maillard