Una Mujer a punto de parir sigue con su olfato a través del bosque el rastro de un olor que le llevará al lugar donde ha de dar a luz. Sus movimientos son primigenios, salvajes, guerreros; sabe que tiene poco tiempo. El bosque oscurece y se cruzan en su camino ramas, piedras, tallos espinosos, seres alados que salen despavoridos a su paso. Sabe que esta luna no perdona, luna llena abrazada de un cielo azul eléctrico que oscurece a cada momento

Ella escucha el sonido de su agitado corazón y de su cuerpo atravesando el bosque, desnudo y arañado, a estallar de vida. Se detiene para emitir un grito animal en las fuertes contracciones y continúa. El momento está cerca.
Una mujer salvaje eligiendo el lugar donde quiere dar a luz a pesar de las dificultades. Una mujer loba que se mezcla en el bosque. Una mujer parturienta con actitud guerrera devuelve su sangre a la Tierra, aúlla a la luna, anuncia una vida. Una vida que supone el nacimiento de una nueva identidad para las mujeres, una vida en que pare la posibilidad de cambiar la historia y el universo femenino. Esa niña parida en un bosque a la luz de la luna ha nacido aullando en vez de llorando.
Ha nacido anunciando que ha llegado el momento de emprender el Camino hacia la Mujer Salvaje...
Fuente: Caminando hacia la mujer salvaje